Un aguacero similar al del sábado, 4 de mayo de 2024, en Cuenca, que desbordó quebradas en Llulluchas, El Molino y Zorrocucho; bloqueó la vía Cuenca – Molleturo – El Empalme; e incrementó el caudal del río Tomebamba, puede volver a ocurrir en 70 años.
Así lo informó Cristian Zamora, alcalde de Cuenca, quien además explicó que ese día en un lapso de cinco horas cayeron 8,4 millones de metros cúbicos (m³) de agua en la zona de Sayausí, que está al oeste de la ciudad.
Detalló que solo en el sector de Llaviuco hubo 70 milímetros (mm) de lluvia, en Chirimachay fueron 50 y en Sayausí 16. Esto está muy encima del promedio de precipitación en esta área: 8 mm.
De allí que se explica porque hubo las inusitadas crecientes en las quebradas, que arrastraron lodo, palos y piedras, que cubrieron algunos tramos de la carretera en los kilómetros (km) 10, 11, 12, 15 y 19.
Zamora indicó que la turbiedad máxima que puede procesar la Planta de Potabilización de Agua de El Cebollar es de 1.000 unidades y con las lluvias esto subió a 3.000, por lo que tuvieron que parar su operación.
El Comité de Operaciones de Emergencia (COE) de Cuenca se activó para atender toda esta emergencia.
Creciente de quebradas en Sayausí provocó cierre de la planta de agua
Esto provocó que el domingo varias zonas de la ciudad se queden sin el servicio de agua potable, de la Empresa de Telecomunicaciones, Agua Potable y Alcantarillado (ETAPA EP).
El primer personero municipal indicó asimismo que previo a este evento natural la Empresa de Aseo de Cuenca (EMAC EP) retiró 12 árboles de las orillas de los afluentes por el riesgo de que se caigan.
Asimismo refirió que en 2023 se analizaron más de ocho quebradas en Sayausí y se hizo la limpieza. Una de esas fue precisamente la que ahora se desbordó a la altura del km 14 de la vía Cuenca – Molleturo – El Empalme.
“A pesar de haber tenido esta suerte de previsión las precipitaciones que se dieron el sábado en la noche fueron de tal magnitud que obviamente impiden que cualquier acción previa haya podido evitar lo que ocurrió…”, manifestó.
Creciente de quebradas en Sayausí provocó desbordamientos en el río Tomebamba
Vecinos del sector donde está el Campus Balzay, de la Universidad de Cuenca, ayer se reunieron para pedir a la municipalidad una inspección urgente a lo largo de la avenida Tres de Noviembre, junto al río Tomebamba.
Esteban Arias, uno de los vecinos, señaló que en varios tramos de este sector se salió el agua de su cauce normal y socavó las márgenes, y además afectó la raíces de los árboles.
“Aquí también dos postes de tendido eléctrico quedaron virados y algunas partes de los orillas prácticamente quedaron en el aire porque la base se socavó por el paso del agua…”, indicó.
Otra zona donde se ven los daños que produjo esta creciente es junto al coliseo Jefferson Pérez, donde también hay grandes árboles que quedaron inclinados porque sus bases se afectaron por la humedad.
De acuerdo con Rigoberto Guerrero, de la Red Hidrometereológica de ETAPA EP, también se reportó lluvia intensa en la parte alta de la cuenca del río Machángara, lo que provocó el desbordamiento del río Chullco.
De acuerdo con Guerrero estas precipitaciones son producto del ingreso de grandes masas de aire humedo que vinieron desde la Amazonía y se precipitaron sobre las cuencas del Machángara y Tomebamba.
Igualmente afirmó que la acumulación de agua es la que produce estos aluviones, y que en Marianza y en el km 49 de la vía Cuenca – Molleturo – El Empalme las probabilidades de eventos de magnitud es más alta. (CSM)-(I)
Manual para manejo de quebradas
En marzo de 2024 el Municipio de Cuenca presentó el Manual de Quebradas de Cuenca, que fue hecho con la asistencia de Deutsche Gesellschaft für Internationale Zusammenarbeit (GIZ).
En este documento consta que las quebradas no han recibido la misma atención que los ríos por parte de la administración pública y privada, a pesar de que cumplen importantes funciones ambientales y urbanas.
Por ejemplo, estas ofrecen soporte a la biodiversidad a través de biocorredores, regulan los microclimas y los niveles de ruido propios de los sistemas urbanos, y disminuyen la escorrentía superficial.
En este manual también consta que la municipalidad hace un proceso de planificación y gestión para transformar estos espacios de forma integral para enfrentar los riesgos climáticos.
El objetivo es implementar un modelo de intervención que integre las oportunidades de estas zonas, como unidades de paisaje y ecológicas, con las necesidades e intereses de sus habitantes.
Las quebradas y sus riberas controlan los flujos de agua durante los periodos secos. Por esto, su importancia hidrológica en los trópicos es muy grande, sobre todo, en lugares densamente poblados.
Estos cuerpos de agua son clave para los bosques andinos, los cuales son ecosistemas reguladores de caudales con un alto rendimiento hídrico, que tiene una serie de beneficios.
Debido a la incertidumbre climática actual, y a la pérdida acelerada de espacios silvestres, es crucial entender cómo las funciones ecosistémicas de las quebradas mejoran la calidad de vida de los pobladores y la estabilidad de la ciudad.
En este manual se detallan las actividades recomendadas para franjas o márgenes de protección de ríos, quebradas y cuerpos de agua; además los trámites y denuncias; y funciones de estas.