Las autoridades de salud de la Ciudad de Nueva York planean todo un ‘cocktail’ de esfuerzos para concientizar sobre la conexión entre el consumo de alcohol y el riesgo de cáncer. Las iniciativas que apenas están en un “borrador”, forman parte de la estrategia municipal ‘HealthyNYC’, que busca aumentar la esperanza de vida de los residentes de la Gran Manzana.

Un reciente informe de ‘HealthyNYC’ ha establecido una meta ambiciosa: reducir en un 20% las muertes por cánceres detectables (mama, colorrectal, pulmón, próstata, hígado y cuello uterino) antes del año 2030. Para alcanzar este objetivo crucial, los estrategas municipales están analizando “esfuerzos enérgicos”, para abordar uno de los factores de riesgo más prevalentes: el consumo de bebidas alcohólicas.

La literatura científica ha reforzado recientemente, que el alcohol es una droga de uso muy común, fuertemente vinculada a estos males. Sin embargo, un dato preocupante es que “solo alrededor de la mitad de los consumidores, lo asocian como un factor de riesgo”. Esta falta de conocimiento representa un obstáculo significativo para la prevención y la detección temprana.

Cuando se lee la letra pequeña del análisis municipal se observa que los hombres blancos ingieren mucho más vino, cerveza y otros licores, pero están más atentos y tienen más acceso a sus chequeos médicos preventivos. Mientras que los hombres hispanos, aunque reportan mucho menos consumo, son mucho más vulnerables a desarrollar las etapas más complicadas de cáncer de hígado, por citar solo un renglón.

La Dra. Michelle Morse, Comisionada del Departamento de Salud de la Ciudad de Nueva York (DOHMH), enfatizó la importancia de esta campaña: “El consumo etílico es muy común entre los adultos, pero su relación con ciertos tipos de cáncer, no es ampliamente conocida. Aconsejamos a todos los neoyorquinos, que incluyan en sus servicios de atención primaria, pruebas de despistaje”.

En un boletín oficial divulgado este mes, se detallan varias recomendaciones clave para abordar este problema de salud pública.

Más allá de ampliar las acciones para promover pruebas de descarte en personas, con alta frecuencia de consumo de alcohol, las autoridades buscan opciones que masifiquen la información sobre la peligrosidad de este hábito, muy común en la vida social neoyorquina. Esto incluye “poner la lupa en los vecindarios, donde hay más alta densidad de licorerías, pues coinciden con la más alta presencia de consumidores”, lo que sugiere un enfoque geográfico y comunitario para revisar hasta qué punto la regulación de esta alta concentración, puede incidir en una merma de consumo.

¿Regular la densidad?

En 2023, había un total de 24,870 negocios con licencia para vender licor en la ciudad de Nueva York, de los cuales 1,497 estaban categorizados como licorerías.

Uno de los puntos más relevantes de este capítulo de la agenda ‘HealthyNYC’, es que se asocia directamente la alta densidad de minoristas de alcohol, con los “tragos demás” en algunas localidades.

En el mapa expuesto en el reporte, se detalla que en todo el Bajo Manhattan, Midtown, el Upper West Side y el Upper East Side de este condado y también partes del oeste de Queens, tienen las áreas con la mayor presencia de minoristas de alcohol, por cada 100,000 habitantes.

Se comprueba en números, que “los vecindarios con la mayor densidad de licorerías también tuvieron la prevalencia más alta de consumo excesivo de alcohol (12%), aproximadamente tres veces mayor que en los vecindarios con la menor densidad de licorerías (4%)”.

Además, se propone textualmente “restringir al máximo la publicidad de estos productos en espacios públicos”, reconociendo el impacto de la exposición constante a mensajes, que promueven el consumo de alcohol.

En resumen, la Ciudad de Nueva York se compromete en las próximas semanas a una estrategia multifacética, que combina la concienciación pública, la promoción de la detección temprana, la regulación de la disponibilidad y promoción del alcohol.

Tomas alcohol…descarta el cáncer

Este reporte de salud, hace énfasis en promover la detección temprana de estas enfermedades, que pueden causar la muerte. Particularmente descartar los siete tipos de cáncer, para los que el alcohol es un claro factor de riesgo.

Las directrices actuales del Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de EE. UU. recomiendan realizar pruebas de detección del cáncer de mama, a partir de los 40 años y del cáncer de colon, a partir de los 45 años. Las personas con alto riesgo, suelen necesitar comenzar antes sus despistajes.

Además, se expone que entre 2022-2023, entre los adultos de la ciudad de Nueva York de 45 a 75 años que consumían alcohol en exceso, aproximadamente tres cuartas partes (76%) estaban al día con sus pruebas de detección de cáncer de colon, pero la mayoría de ellos eran blancos. Las pruebas de descarte, fueron más bajas entre personas de otros grupos étnicos, incluyendo los hispanos.

Entre las mujeres de 40 a 74 años que consumían alcohol en exceso, aproximadamente dos tercios (66%) estaban al día con sus pruebas de detección de cáncer de mama. Las tasas de detección fueron similares entre todos los grupos raciales. (60% a 70%).

Hispanos toman menos

Con datos derivados de estimaciones de la Encuesta de Salud Comunitaria (CHS) 2022-2023, se concluye que aunque existen muchos estigmas acerca de los hábitos potentes del consumo de alcohol, por parte de los hombres hispanos, los sondeos describen otra realidad.

En la Gran Manzana, se confirma que los adultos blancos, son mucho más propensos al “traguito” diario que los adultos de cualquier otro grupo racial (65% frente a 45% de los afroamericanos y los hispanos). 

En 2023, la mitad de los adultos de la ciudad de Nueva York, bebió licor en los últimos 30 días, incluido el 7% que bebió mucho (más de dos copas al día, en promedio, para los hombres y más de una bebida al día, en promedio, para las mujeres).

Los adultos de 25 a 44 y de 45 a 64 años eran más propensos a beber (58% y 51%) que los adultos de 18 a 24 años (40%) y 65 o más (39%). 

Los adultos en hogares con altos ingresos, tenían casi el doble de probabilidades de “consumir alcohol, “echarse unos tragos” casi todos los días, que aquellos que vivían en localidades de bajos ingresos (69% frente a 36%). Y aproximadamente tres veces más probabilidades de ingerir estos productos en exceso (11% frente a 4%).

Con base a la definición del reporte municipal, “una bebida alcohólica se considera una lata o botella de cerveza o vino, una copa de vino, un cóctel o un trago de licor”.

En una circunstancia política, en donde obviamente, habrá un cambio de mando en el gobierno municipal desde el 1 de enero de 2026, se abre una interrogante si el plan ‘HealthyNYC’ diseñado en sus líneas maestras por la Administración saliente de Eric Adams, no toma otra rumbo.

“No es política, es ciencia”, indicó una fuente municipal a El Diario.

El plan de las autoridades de salud municipal, no hace referencias a las muertes relacionadas con el alcohol, referidas por los Centros para el Control de Enfermedades (CDC), que incluyen aquellas causadas por ciertas formas de enfermedad cardíaca y hepática, daño al sistema nervioso, complicaciones musculares, pancreatitis, así como trastornos mentales y conductuales relacionados. Tampoco otras fatalidades, como los accidentes.

El dato:

  • 3 veces más alta es la tasa de cáncer de hígado en hombres de NYC (13 por 100,000) que en mujeres (4 por 100,000). Entre los latinos, este tipo de cáncer fue mucho más frecuente que entre los hombres blancos y negros.

Busque ayuda en NYC:

  • Para obtener más información y encontrar servicios relacionados con el consumo de alcohol en la Gran Manzana, visite: • nyc.gov/alcoholanddrugs • oasas.ny.gov/recovery-starts-here • rethinkingdrinking.niaaa.nih.gov • cdc.gov/alcohol 
  • Comuníquese con el 988 para obtener asesoramiento gratuito y confidencial en caso de crisis, apoyo en salud mental y consumo de sustancias, y derivaciones a otros servicios de atención. 
  • Llame o envíe un mensaje de texto al 988 o chatee en nyc.gov/988. Los servicios de texto y chat están disponibles en inglés y español, y los consejeros están disponibles por teléfono las 24 horas, los 7 días de la semana en más de 200 idiomas.

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