Por Dr. Amín Cruz

 “Vencer la pobreza no es un gesto de caridad, sino un acto de justicia. Al igual que la esclavitud y el apartheid, la pobreza no es natural. Es un fenómeno creado por el ser humano y puede superarse y erradicarse por medio de la acción del mismo ser humano. A veces le toca a una generación convertirse en una gran generación. USTEDES pueden ser esa gran generación”. Nelson Mandela

Nelson Mandela fue un activista y defensor de la libertad y la igualdad del pueblo sudafricano, considerado un símbolo de la lucha contra la segregación racial.

Desde su juventud, tomó conciencia de la historia de opresión que vivía su pueblo y decidió enfrentarse al yugo de la discriminación emprendiendo una lucha contra el Apartheid, un sistema que institucionalizó el racismo mediante leyes que mantenían oprimida a la población negra, obligándoles a vivir en barrios para negros, impidiéndoles compartir el espacio público o relacionarse con los blancos y negándoles el derecho al voto, entre otras medidas discriminatorias.

Con el paso del tiempo, Mandela fue albergando la esperanza de ver una sociedad sudafricana democrática y libre, en la que todas las personas pudieran convivir en igualdad de derechos y oportunidades. Bajo la inspiración de Gandhi, defendió métodos de lucha no violentos y campañas de desobediencia civil; sin embargo, en 1962 fue encarcelado, acusado de sabotaje y conspiración para derrocar al gobierno.

Su encarcelamiento no lo detuvo, sino todo lo contrario: hizo de él un símbolo de la lucha contra la segregación racial, poniendo en evidencia la violación de derechos que ejercía el gobierno sudafricano. Su popularidad creció dentro y fuera del país, y la presión popular e internacional fue aumentando hasta que, en 1990, tras 27 años de encarcelamiento, fue liberado.

Sin embargo, tras la liberación Mandela no sentía rencor hacia quienes lo habían encarcelado. Con un profundo sentido de humanismo, justicia y humildad, Mandela se concentró en acciones concretas para erradicar el Apartheid y comenzar a construir un país sin discriminación racial. Perdonó a sus captores y dirigió sus críticas hacia el Apartheid como un sistema inhumano. Apeló a la solidaridad y tolerancia del pueblo sudafricano, sin importar el color de la piel, para luchar de forma conjunta contra el sistema que los mantenía divididos. Su capacidad de conciliación y perdón, y su constante esfuerzo por construir una sociedad tolerante e incluyente, fueron reconocidos con el Premio Nobel de la Paz en 1993.

Por lo que la ONU rindió homenaje este lunes a la vida y el legado del primer presidente de Sudáfrica elegido democráticamente, Nelson Mandela, cuyo largo camino hacia la libertad durante la era racista del apartheid inspiró a personas de todo el planeta.

La conmemoración del Día Internacional de Nelson Mandela, celebrado cada 18 de julio, que hubiese sido su cumpleaños 106, brinda a toda la oportunidad de hacer una contribución positiva mediante el voluntariado durante 67 minutos, en honor a cada año que luchó por la justicia.

El tema de este año es: Aún está en nuestras manos combatir la pobreza y la desigualdad.

Mandela pasó casi tres décadas en prisión por denunciar los abusos contra los derechos humanos y las graves injusticias contra los sudafricanos negros. Murió en diciembre de 2013.

Un legado perdurable

El presidente de la Asamblea General, Dennis Francis, afirmó que el liderazgo visionario de Mandela no sólo puso fin al apartheid, sino que sigue resonando e inspirando incluso en la actualidad.

«Su legado perdurable dejó una huella indeleble en el mundo y es un testimonio del profundo impacto positivo de las buenas acciones de la humanidad, cuando optamos por ser lo mejor de nosotros mismos», declaró Francis.

«Esto es precisamente lo que necesitamos, más que nunca, para hacer frente a la división, al odio y prevenir los enfrentamientos evitables que vemos en lugares como la Franja de Gaza, Ucrania, Sudán, Haití y otros lugares del mundo”, agregó

Desiguales y divididos

En su mensaje para la jornada, el Secretario General de la ONU, António Guterres, señaló que el mundo es desigual y está dividido, y que el hambre y la pobreza están muy extendidas.

El 1% más rico de la población mundial «es responsable de la misma cantidad de gases de efecto invernadero que destruyen el planeta que dos tercios de la humanidad», afirmó.

«Estos no son hechos naturales. Son el resultado de las decisiones de la humanidad. Y podemos decidir hacer las cosas de otra manera».

Su mensaje fue leído por la vicesecretaria general, Amina Mohammed.

Poca práctica a lo prometido

Recordó que Mandela escribió en su autobiografía que la pobreza no es un accidente, como no lo fueron la esclavitud y el apartheid. Por el contrario, es obra del hombre, lo que significa que los seres humanos pueden erradicarla.

Mantuvo, además, que las medidas adoptadas hasta ahora no han sido suficientes, ya que el último informe de la ONU sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) revela que 23 millones de personas más se verán sumidas en la pobreza extrema en 2022, y que padecen hambre 100 millones más de personas que hace tan sólo cinco años.

Mohammed subrayó que no todo son malas noticias, ya que se ha avanzado en el impulso de las energías renovables, en el aumento del número de personas conectadas a internet y en el número de niñas que terminan la escuela.

«Sin embargo, en general, sabemos que no estamos cumpliendo la promesa y la esperanza de los ODS. Podemos culpar a los efectos persistentes del COVID 19, a la escalada de los conflictos, a las tensiones geopolíticas y al creciente caos climático, pero si miramos más profundamente, son nuestras elecciones las que nos han llevado hasta aquí», afirmó, haciendo un llamamiento para que se renueve el compromiso de alcanzar la Agenda de desarrollo sostenible.

Compromiso con la democracia

El editor y escritor estadounidense Richard Allen Stengel tenía sólo 36 años cuando trabajó con Mandela en su autobiografía, que se publicó en 1994, el año en que se convirtió en el primer presidente negro de una Sudáfrica democrática.

Stengel, posterior subsecretario de Estado de Estados Unidos en el gobierno de Barak Obama, recordó que tuvo que demostrar su valía con un hombre que respetaba la edad y la experiencia.

Pasó más de un año trabajando con Mandela, conocido cariñosamente por el nombre de su clan, «Madiba», convirtiéndose en su «sombra» y, finalmente, en su amigo.

Stengel señaló que el difunto líder estaría de acuerdo con el tema del Día, porque aunque Mandela estaba dedicado al objetivo general de la democracia en Sudáfrica, diría que «la libertad no significa nada si puedes sentir tu estómago».

Nelson Mandela era muchas cosas: luchador por la libertad, preso político, y nacionalista africano, recordó.

«Pero era, sobre todo, un demócrata», dijo Stenghel.  «Creía en la idea de la democracia, creía que la democracia era el motor más eficaz para lograr y erradicar la pobreza y triunfar sobre la desigualdad».

Este mensaje es importante en un momento en que «la sombra del autoritarismo se cierne sobre nosotros», prosiguió.

Aunque Mandela logró la democracia, no venció a la pobreza, continuó Stenghel.

«Pero él tenía una frase preciosa que siempre resuena en mi mente, y cuando se trata de este tema, es algo que todos deberíamos recordar: Siempre parece imposible, hasta que se hace».

Las prioridades deben cambiar

La embajadora de buena voluntad de la ONU para el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola, Sabreina Elba, señaló que desde 2020 la riqueza de los cinco multimillonarios más ricos del mundo se ha más que duplicado, mientras que más de la mitad de la humanidad se ha empobrecido.

La desigualdad está «muy extendida» en los sistemas alimentarios, dijo, y los que cultivan alimentos en las zonas más vulnerables tienen dificultades, mientras las grandes empresas obtienen «beneficios récord».

«¿Qué hay que cambiar? ¿Tenemos el valor de cambiarlo? Si de verdad queremos acabar con el hambre y la pobreza, tenemos que cambiar nuestras prioridades», declaró.

Los pequeños agricultores necesitan inversiones junto con otras empresas que trabajan con ellos, «y tenemos que asegurarnos de que la financiación climática llegue a ellos para que puedan adaptar sus actividades a los cambiantes patrones climáticos», añadió Elba.

“La buena noticia es que necesitamos la colaboración de todos. Necesitamos escritores que puedan escribir sobre esto. Necesitamos ingenieros. Necesitamos médicos. Necesitamos abogados. Necesitamos artistas. Necesitamos a todos los que puedan atraer la atención del mundo para poner fin a la pobreza”. Todos podemos ser parte del movimiento para terminar con la pobreza extrema.

Como dijo Nelson Mandela: “La pobreza… puede superarse y erradicarse por medio de la acción del mismo ser humano”. Honre su legado y únase a la lucha contra la pobreza.  Firme la petición que invita a los países a realizar todas las acciones posibles para terminar con la pobreza extrema en 2030.

 Dr. Amín Cruz CEO Presidente Fundador del Congreso Hispanoamericano de Prensa y del Congreso Mundial de Prensa, Padre embajador del Periodismo Hispanoamericano y Latinoamericano, diplomático, historiador, escritor, educador.

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